Los días 13 y 14 de septiembre actúan en su 35º edición Lajalada con la Parranda de Teror, el Ensamble Transatlántico de Folk Chileno, la mexicana Pahua, el trío colombiano Ácido Pantera, el cubano Renesito Avich y Abelardo el Tormento
Los días 13 y 14 de septiembre se celebra en la Plaza de Sintes de Teror una de las propuestas que han venido marcando la oferta cultural de los últimos treinta años del programa festivo de las Fiestas del Pino: el Encuentro de Música Popular Teresa de Bolívar que cumple este año 35 años de existencia desde que fuera instaurado por la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario.
Organizado a través de la Fundación Canaria Nanino Díaz Cutillas, con la estrecha colaboración del Ayuntamiento de Teror, en esta nueva edición su cartel contempla la participación de artistas de Canarias, Chile, Cuba, México y Colombia.
El día 13 de septiembre, a partir de las 20:30 horas, actuarán Lajalada con la Parranda de Teror, El Ensemble Transatlántico de Folk Chileno y la mexicana Pahua, mientras que el día 14, lo harán a la misma hora, Abelardo ‘El Tormento’, el tresero cubano Renesito Avich y el trío colombiano Ácido Pantera. Además, el dj Neketán amenizará los correspondientes cambios de escenario de los grupos el día 13, mientras que Baked Belda lo hará el día 14.
Fotografía personal cedida donde aparece el cubano Renesito Avich, un amante de la música tradicional que cambió la guitarra clásica por el tres, ha cumplido su sueño de grabar un homenaje a ese instrumento y está nominado a los Latin Grammy, mientras se alista para hacer de Eliades Ochoa, una de las estrellas del Buena Vista Social Club, en el teatro musical. «Tres», su más reciente proyecto discográfico, figura entre los nominados en la categoría Mejor Álbum Instrumental de los Latin Grammy, que este año fallará sus premios en Sevilla (España), el próximo 16 de noviembre. EFE/Prensa de Renesito Avich
El evento es, junto al Festival Sabandeño de La Laguna y al Festival Folk Segovia, uno de los más antiguos de su naturaleza de cuantos tienen lugar en España. Su 35 edición pretende fijar una nueva hoja ruta en sus intereses sonoros con la incorporación, sin que ello suponga perder su esencia, de artistas y formaciones del continente americano que mantienen un concepto más renovador, original y atrevido alrededor de la música popular con el que están marcando la pauta regeneradora que viven los sonidos inspirados en la tradición en países como Colombia o México, como sucede en éste caso. Impulsado con la finalidad de ofrecer a la ciudadanía una perspectiva genérica de los movimientos y músicos pertenecientes a las orillas atlánticas de América Latina y España con las que Canarias ha estado histórica y culturalmente emparentada, por lo tanto, el citado encuentro, en su 35 edición, se atreve a ofrecer al público una dimensión más refrescante a su oferta musical que, sin duda, marca un antes y un después en su dilatada historia.
Por sus sucesivas ediciones han pasado las más históricas voces de la canción hispanoamericana, muchas de ellas fallecidas, como el andaluz Carlos Cano, la argentina Mercedes Sosa, los uruguayos Alfredo Zitarrosa y Carlos Montero, el venezolano Simón Díaz, la madrileña María Dolores Pradera, el mexicano Armando Manzanero, los cantadores canarios Dacio Ferrera o el cubano Compay Segundo, entre otros tantos a los que se siguieron sumando Pancho Céspedes, los grupos Quilapayún, Los Calchakis, Inti Illimani, Serenata Guayanesa, Los Sabandeños, Taburiente, el Ensamble Gurrufío, Lilia Vera o Alberto Cortez.
La lista del festival que lleva el nombre de la última mujer de ascendencia canaria del Libertador de América, ha contemplado la participación de más de 200 artistas que han disfrutado hasta la fecha más de 150.000 espectadores en las plácidas noches terorenses de septiembre.
La renovación del cartel del citado festival viene de la mano del trío Ácido Pantera, con cuya propuesta electrónica tropical ha transformado la infinidad de sonidos que mueven a Latinoamérica al ritmo de sintetizadores, de la samba hasta el merengue, pasando por el vallenato. O de la mexicana Pahua, cuya música se abre paso también entre sintetizadores, sonidos orgánicos y vocales de gran fuerza lírica, en una suerte de exploración de géneros que transitan entre ritmos latinos, afro latinos, beats alternativos y electrónica. O de la propia Belén Álvarez (Lajalada) cuyo repertorio bebe del folclore isleño y la electrónica, formulando en sus actuaciones una peculiar fusión que impregna sus proyectos de un sello muy personal, caracterizado por atmósferas envolventes y letras introspectivas, a la que debemos sumar la presencia del Ensamble Transatlántico de Folk Chileno, que en la última década se ha atrevido con un novedoso discurso creativo de fusión musical a partir de la diversidad de ritmos del país e incluso bebiendo de influencias de África y la India.